El 19 de Marzo de 1882 el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar inició la construcción de su proyecto, el Templo Expiatorio de la Sagrada Família, una iglesia monumental. Un año más tarde, en 1883, Antoni Gaudí se convirtió en el encargado de continuar con las obras, una tarea que no abandono hasta el día de su muerto, el 1926.