La cultura talayótica fue una cultura que se desarrolló durante la Edad del bronce y la Edad del hierro en las Islas Baleares, entendiendo entonces por Baleares sólo las llamadas por los griegos Islas Gimnesias, es decir, Mallorca y Menorca. En las Pitiusas no fue nunca presente.
Hacia el año 900 a.C., las Islas Baleares vivieron la invasión de los pueblos talayóticos (de talayote, atalaya grande), cultura guerrera que perduraría hasta la conquista romana. Es la época de la civilización megalítica, en la que los talayotes, las mesas menorquinas y las navetas proliferan en torno a una sociedad guerrera, la de los baleáricos, según la denominación empleada por diversos autores de la antigüedad. Los historiadores clásicos llamaron a Mallorca y Menorca "islas Gimnesias", o de los hombres desnudos.
Un talayote es una estructura prehistórica, de forma generalmente troncocónica, construida con piedras de grandes dimensiones colocadas en seco, de 3 a 10 metros de altura. Se trata de construcciones exclusivas de las islas de Mallorca y Menorca. Estos edificios han dado nombre a la cultura talayótica. Son un elemento siempre presente en los asentamientos humanos del Bronce final y de la edad del Hierro de las Islas Baleares. No los encontramos, en cambio, en las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera) donde la cultura talayótica no se desarrolló.
Bajo el nombre de talayote se engloban construcciones que, a pesar de tener ciertos rasgos comunes, son tipológicamente diversas. En Mallorca hay talayotes de planta circular (los más comunes) y de planta cuadrada. Tanto unos como otros presentan generalmente un espacio interior de planta circular, bastante amplio, con una columna central que sirve para sustentar la cubierta, construida a base de grandes losas de piedra dispuestas de forma radial.Un buen ejemplo de los talayotes mallorquines lo encontramos en el poblado de Son Fornés. Los talayotes menorquines presentan una mayor diversidad tipológica, aunque los talayotes de planta cuadrada son casi desconocidos.No disponen, en general, de unos espacios interiores tan amplios: algunos de ellos presentan corredores que los atraviesan de lado a lado, o bien pasillos que llevan hasta cuartos de dimensiones más o menos reducidas. En la mayor parte de los casos, sin embargo, parece que el espacio útil (al contrario de lo que sucede en Mallorca) se encontraba en la parte de arriba del edificio.