El edificio del actual Ayuntamiento fue construido en el siglo XVI sobre el solar que, anteriormente, ocupó la sede del concejo, frente a la Catedral. En los años 1569-1571, dado su pésimo estado, se realizó una intervención de urgencia a cargo de Miguel Altué. En 1577, este mismo maestro de obra acometió una reforma casi total de la casa, fruto de la cual fueron el Patio y el Salón de Sesiones que vemos hoy.
Apenas cuarenta años más tarde, el consistorio decidió edificar una fachada digna de las reformas internas, así como adecentar y dar aposento a la cárcel y al archivo, con lo que el espacio interior volvió a ser redistribuido y ampliado. Esta vez, el contrato se formalizó con Antonio Mendizábal, Hernando Abadía y Juan Martínez.