En torno al patio de armas se disponen los distintos cuarteles o edificios (originalmente se encontraban separados entre sí para evitar la propagación de eventuales incendios) y era el punto de encuentro de las tropas y el escenario ideal donde se realizaban todo tipo de ceremonias y eventos de caracter militar y civil. Siendo originalmente un piso de tierra, fue empedrado en la restauración que tuvo lugar en 1968, año en el que se decidió colocar en el centro geométrico de la fortificación la escultura de Felipe II, rey que mandó construirla. La talla fue realizada por el escultor Ramón Casadevall durante el cumplimiento de su servicio militar.